Lucas Jiménez (SCRATS): “Ahora mismo lo único que hay es silencio”

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Entrevista al presidente de SCRATS, Lucas Jiménez

Proexport distinguió a SCRATS en su asamblea por su papel en el desarrollo del sureste español, galardón que recibió su presidente, Lucas Jiménez. / Raquel Fuertes

Julia Luz. Redacción.

En Murcia, el agua lo acapara todo. Conversaciones, titulares y preocupaciones. Pero, por más que se hable del tema, quien tiene la última palabra —el Ministerio para la Transición Ecológica— guarda, de momento, un “silencio absoluto”, tal y como explica Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS). A la ya conocida reducción del trasvase, se suma ahora una nueva sentencia del Tribunal Supremo que obliga —según cómo se interprete— a aplicar de forma inmediata los caudales ecológicos en las zonas protegidas del Tajo. Partiendo de esta situación, Jiménez radiografía la situación y analiza cómo se ha llegado hasta aquí, qué intereses hay detrás y qué consecuencias reales puede tener este nuevo escenario para la Región de Murcia.

Murcia Fruits. La última sentencia del Supremo sobre la aplicación de los caudales ecológicos del Tajo ha generado bastante confusión. Cada parte parece interpretarla a su manera. Desde su posición, ¿cómo describiría la situación actual tras ese fallo?

Lucas Jiménez. Pues, sinceramente, no lo sabemos. La situación ahora mismo es de silencio absoluto por parte del Ministerio. Había un real decreto pendiente de salir, que se llegó a presentar en la Comisión Central de Explotación, pero a día de hoy seguimos sin noticias. No sabemos en qué punto queda todo esto.

“Detrás de las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura hay una decisión política muy clara, una decisión que el propio presidente del Gobierno manifestó en Albacete: acabar con el trasvase para regadío”

MF. ¿Qué lectura hace SCRATS de la sentencia?

LJ. Algunos interpretan que la sentencia obliga a aplicar ya los caudales ecológicos en zonas protegidas del Tajo, pero nuestros jurídicos opinan justo lo contrario. Ellos consideran que la sentencia respalda el escalonamiento progresivo, tal y como se planteó. Pero, insisto, ahora mismo lo único que hay es silencio.

MF. Las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura prevén una reducción importante del agua disponible para regadío, que podría llegar al 50% en 2027. Pero, ¿de dónde vienen estas normas y por qué parecen estar dirigidas directamente a perjudicar al regadío del Levante?

LJ. El origen de todo esto está en una planificación “demoníaca” del agua que ha hecho este país y que tiene su punto más polémico precisamente en cómo se ha gestionado el trasvase Tajo-Segura dentro de los planes del Tajo. Detrás hay una decisión política muy clara, una decisión que el propio presidente del Gobierno manifestó en Albacete: acabar con el trasvase para regadío. A partir de ahí, los técnicos ejecutan lo que se les ordena desde el Ministerio, con instrucciones claras de la vicepresidenta Teresa Ribera, que a su vez responde a esa línea marcada por Pedro Sánchez. Este es el origen de todos los males que nos aquejan, una planificación que viola el principio de igualdad, porque el resultado es un caudal ecológico impuesto en el Alto Tajo muy superior al que se exige en otros tramos del mismo río y al resto de ríos del país. No ha habido una aplicación uniforme ni técnica del principio de caudal ecológico. Y eso ya nos sitúa en desventaja desde el origen.

MF. Una decisión política que deriva en las reglas de explotación que endurecen aún más la situación… 

LJ. Las reglas de explotación salen también como un “colmillo afilado”. Las instrucciones que se dan al CEDEX van claramente en la línea de reducir aún más el agua que puede trasvasarse. Por ejemplo, se prioriza mantener la lámina de agua lo más alta posible en los embalses de Entrepeñas y Buendía, favoreciendo usos recreativos que en la escala legal de prioridades están muy por debajo de los usos agrícolas y de abastecimiento humano en el Levante.

Además, han subido el umbral del nivel 1 —el que permite trasvasar el máximo posible— en 100 hectómetros cúbicos más. Para que se entienda, desde 2014 sólo se había alcanzado ese nivel una vez, y ha sido ahora, este año. Y ha sido esto lo que ha puesto al Ministerio nervioso, que ha aprobada deprisa y corriendo unas nuevas normas que llevaban más de un año guardadas en un cajón. Y eleva ese umbral a un nivel casi imposible de alcanzar.

“Las obras para conectar la desalación no van a llegar a tiempo. El propio Ministerio lo reconoce. Estamos en 2025, y aún no tienen ni el informe de impacto ambiental terminado”

MF. ¿Hay alguna alternativa real sobre la mesa? ¿Puede la desalación asumir ese déficit?

LJ. Ese es otro de los problemas. Las obras para conectar la desalación no van a llegar a tiempo. El propio Ministerio lo reconoce. Estamos en 2025, y aún no tienen ni el informe de impacto ambiental terminado. Se hablaba de estas infraestructuras en 2019, y estamos como estábamos. No van a estar listas en 2027.

Y ojo, porque la desalación actual no se creó para cubrir este nuevo recorte, sino para cubrir el déficit estructural que ya arrastrábamos desde antes. Aunque tengamos la desaladora de Torrevieja funcionando a pleno rendimiento, no cubrimos ni la mitad del déficit que ya teníamos. Y ahora nos recortan otros 105 hectómetros cúbicos. ¿Qué alternativa nos queda?

MF. Además de los recortes en el trasvase, se ha hablado de una posible prohibición del uso de pozos y acuíferos. ¿Hasta qué punto esto agravaría la situación?

LJ. El Plan de Cuenca ya contempla una reducción del 50% en las extracciones de agua subterránea no renovable. Y desde el Sindicato lo rechazamos frontalmente, porque no se ha avanzado nada en soluciones reales. Para 2027, ese plan prevé recortar 213 hectómetros cúbicos de subterránea y 105 del trasvase, mientras que la propuesta de generación de agua desalada se queda en apenas 34 hectómetros.

Blanco y en botella. Esto es dejar a Murcia sin agua… pero no sólo a Murcia, también a una parte muy importante del sur de Alicante y de Almería. 

MF. Estas tres regiones son auténticas potencias agrícolas. Murcia, sin ir más lejos, es conocida como la huerta de Europa. Generan empleo, riqueza, exportan a toda Europa… ¿De verdad los políticos no se dan cuenta de lo que está en juego?

LJ. Nadie lo entiende. Porque estamos hablando de tres provincias con unas condiciones climáticas únicas. Tienen horas de sol y temperaturas ideales para producir en otoño e invierno, cuando el resto de Europa no puede. Gracias a eso, son responsables del 42% de las frutas y hortalizas que se exportan desde este país.

Pero claro, lo que favorece la producción, juega en contra de la lluvia. Aquí la pluviometría es ridícula, y llevamos toda la vida con la misma historia. Por eso, poner en la cuerda floja a un sector tan estratégico, me parece una auténtica locura. Pero… a veces los políticos valoran más un resultado electoral que el sentido común.

“El verdadero problema llegará cuando encadenemos dos o tres años malos, sin aportaciones suficientes. Ahí bajará la reserva y nos quedamos sin trasvase y sin desalación efectiva”

MF. Es como una sentencia de muerte…

LJ. Absolutamente, sin ninguna duda. El problema no es ahora, cuando ha llovido bastante, porque seguimos en nivel uno o nivel dos, el trasvase funciona, llega algo de agua desalada… y vamos salvando los muebles.

El verdadero problema llegará cuando encadenemos dos o tres años malos, sin aportaciones suficientes. Ahí bajará la reserva y nos quedamos sin trasvase y sin desalación efectiva. Esa es la amenaza real. 

MF. Parece que no hay ninguna voluntad política por parte del Ministerio de replantear las reglas de explotación. ¿Está ya todo decidido?

LJ. Yo creo que sí. Y ojalá me equivoque. Por eso confiamos en que haya una reacción popular, que la sociedad se movilice, que las grandes ciudades de esta comunidad entiendan que nuestra economía está en juego. Es increíble lo que se está haciendo por pura motivación política. 

Y si ahora aplican directamente los caudales ecológicos sin ni siquiera aprobar el decreto… sería un despropósito técnico y jurídico enorme. Un “chipi chape”, como decimos aquí. Todo esto demuestra la falta de planificación real. Una cuenca entera queda fuera de juego por cálculos electorales. No hay otra explicación.

Confiamos también en que el Tribunal Supremo valore nuestra demanda, que está muy bien fundamentada jurídicamente y muy alineada con lo que ya advirtió el Consejo de Estado, que aquí no ha habido coordinación ninguna.

MF. ¿Hace falta más implicación social en la defensa del trasvase?

LJ. El sector está unido, y las formaciones políticas también, pero la sociedad civil tiene que movilizarse, porque esto le afecta directamente. Si el agua escasea, será más cara, y lo será también para el consumo y la cesta de la compra.

MF. ¿Cuáles son los próximos pasos que va a seguir SCRATS para defender el trasvase?

LJ. Tenemos una asamblea programada para el próximo día 26, y ahí voy a escuchar a los socios para definir juntos las siguientes líneas de trabajo. Ya contamos con algunas propuestas, pero quiero que la asamblea conozca el plan de acción y dé su visto bueno antes de hacerlo público. 

Acceso a la entrevista en la página 11 de Murcia Fruits. 

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