Entrevista al presidente de la Cooperativa de nuestra Señora de Peñarroya, Ramón Lara

Ramón Lara explica que hay incertidumbre por las tormentas. / ARCHIVO
Nerea Rodríguez. Redacción.
Desde la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya, su presidente, Ramón Lara, avanza las primeras cifras de la campaña 2023 de melón y sandía en La Mancha. Una campaña que, a priori, transmite buenas sensaciones a pesar de los efectos que las tormentas de primavera han ocasionado en las plantaciones más tempranas. Con la falta de producto en Murcia, los compradores esperan impacientes el inicio de la temporada manchega, pero las prisas nunca son buenas.
Valencia Fruits. Para empezar hagamos un balance de la campaña 2022. ¿Cómo la describiría?
Ramón Lara. El año pasado, en sandía, fue una de las mejores campañas de los últimos tiempos, extraordinaria. En melón, podemos decir que fue una campaña buena. En general, en 2022 muchos agricultores manchegos obtuvieron buenos réditos con sus producciones. ¡Ojalá este 2023 sea igual que el año pasado!
VF. Con este deseo en mente, ¿cuál es la situación en el campo con el tiempo tan atípico que estamos teniendo?
RL. Hay cierta incertidumbre precisamente por las tormentas que se están sucediendo desde finales de junio. La primera consecuencia es una demora en la evolución de las plantaciones, con lo cual se esperan también retrasos en los primeros cortes. En sandía, por ejemplo, la previsión es comenzar a cortar en la cuarta semana de julio, casi diez días más tarde respecto al año pasado. En melón, nos moveremos en fechas similares a la sandía, sobre el 25 de julio, que es la fecha tradicional del inicio de los primeros cortes en La Mancha.
VF. Ahora que menciona esta sucesión de tormentas, ¿se esperan mermas en producción debido a este fenómeno?
RL. No será una merma muy significativa en el volumen total, pero sí habrá menos volumen en la primera parte de la campaña debido al problema de cuajado de las plantaciones más tempranas bajo manta térmica, dando como resultado frutos de menor calibre. Otras de las consecuencias será un retraso en los primeros cortes y un solapamiento con las plantaciones a campo abierto.
VF. ¿Ha habido mayor incidencia de plagas y enfermedades por las lluvias caídas?
RL. Así es. Estas tormentas primaverales, además de afectar al cuajado de los frutos, también han ocasionado una mayor incidencia de oídio y mildiu. Son enfermedades presentes en las plantaciones, que los productores tratan sin grandes problemas, pero este año, se han tenido que reforzar los controles y pases, lo que ha supuesto un coste más.
VF. ¿Cuáles son las cifras en superficie de producción que presenta La Mancha en su campaña 2023 de melón y sandía?
RL. La superficie de cultivo en La Mancha se ha cifrado en 5.500 hectáreas para melón, un 5% menos en comparación al año pasado, y en sandía hay 3.300 ha, un +10% respecto a 2022. Este +10% es un incremento sostenido que refleja la precaución que ha primado este año entre los productores después del batacazo vivido hace dos campañas, que tras el gran aumento de la superficie, el mal tiempo en Europa hizo caer la demanda y sobró mucha sandía.
VF. ¿Hay nervios entre los productores ante la presión de los compradores por el fallo de Murcia?
RL. Por el momento, nervio por comenzar no hay porque a las plantaciones todavía les quedan tres semanas. No es bueno que haya nervios ni tampoco necesitamos que vengan a ponernos nerviosos. Ahora mismo, lo que más preocupa son las tormentas y los efectos que esta agua de lluvia tenga en el campo. Desde la cooperativa, el mensaje a los socios es clara y tajante: no cortar en verde. El mercado está esperando a que lleguen los melones y las sandías de La Mancha, y esto es muy buena noticia, pero la clave aquí es que llegue bien, en su momento justo y con producto en su punto óptimo de maduración, no antes, porque por mucha demanda que haya, si defraudas al consumidor, es una venta que pierdes.
VF. ¿Cuáles son las sensaciones del presidente de la Cooperativa de Nuestra Señora de Peñarroya?
RL. En volumen, no esperamos que sea un ‘campañón’, como mucho, será una campaña normal. Hacer previsiones de precios cuando faltan tres semanas para empezar es muy aventurado. Lógicamente, con el fallo de Murcia y viendo los precios de mercado, todo parece indicar que La Mancha comenzará en buenos niveles. Y en los meses fuertes de campaña, todo dependerá del calor que haga en Europa en los meses de agosto y septiembre.
VF. ¿Cuál sería el baremo ideal de precios este año?
RL. Los costes de producción continúan en niveles altos, si bien en los últimos meses los precios de los insumos son más bajos en comparación al año pasado.
Así pues, para la sandía manchega cultivada a campo abierto, 0,80Ä/kilo para el agricultor sería un precio extraordinario; mientras que en melón, todo por encima de 0,30Ä/kilo para el productor son buenas cifras.
VF. ¿La Mancha ya es más ‘sandiera’ que ‘melonera’?
RL. La superficie en melón aún sigue por encima de la sandía aunque en volumen, la sandía ya lo ha superado. Es la tendencia de los últimos años. A parte de sus ventajas comerciales, por su buena salida en la exportación, a nivel agronómico también es un cultivo más fácil de trabajar. Por ejemplo, en lo referente a las tierras, el melón es más ‘señorito’ al no poderse cultivar más de dos años seguidos, teniendo que dejar el tercero en barbecho o plantar otro tipo de cultivos como la cebolla, mientras que la sandía, menos exigente, sí se puede plantar año tras año sin tener que descansar o sustituir cultivos. En el tema de tratamientos también hay diferencias, siendo el melón más sensible que la sandía, por lo que exige más control y más gasto. Por lo que respecta a las variedades, la sandía vuelve a ofrecer más ventajas ya que hay tres tipos que funcionan muy bien y responden a las demandas tanto de los productores como de los clientes y consumidores finales. En el melón Piel de Sapo, por el contrario, hay tal oferta de variedades diferentes, sin que ninguna alcance el grado de satisfacción deseado, que no ayuda al agricultor a la hora de decidir por cuál decantarse. Y como última ventaja destacar el rendimiento en campo, donde una vez más gana la sandía al ser mucho más productiva que el melón.
VF. ¿En los últimos años también se ha visto un incremento de las cifras de exportación en La Mancha?
RL. Así es, y este mayor peso de la sandía en La Mancha ha venido propiciado, precisamente, por el incremento de la exportación. Se trata de un producto que en Europa gusta mucho y que cuando hace calor su demanda se dispara. El hecho de que en los meses de agosto y septiembre, La Mancha sea una de las zonas en Europa con producto ha generado una mayor presencia de compradores internacionales. Por ejemplo, el año pasado, Alemania —el primer mercado de exportación para la sandía nacional— importó desde España 200.000 toneladas, de las cuales el 50% procedían de La Mancha.
Estos buenos números en exportación también están ayudando al melón Piel de Sapo en su salida a Europa, ya que muchos clientes que compran sandías también incluyen algunas partidas de ‘melón verde’ (como se conoce al Piel de Sapo en Europa). Son muchos años los que La Mancha está intentando abrirse camino en Europa con este tipo de melón, pero está costando porque no es un producto tan conocido y el consumidor europeo se muestra reticente a probarlo por su color verde exterior y tamaño, muy diferente a los melones tradicionales que se consumen en Europa como el Galia, el melón amarillo o el Cantaloup.
Acceso en las páginas 6 del dossier de Melón/sandía 2 de Valencia Fruits.
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