Ramón Lara (Peñarroya): “La apuesta de La Mancha por la sandía sigue en aumento”

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Entrevista al Presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya, Ramón Lara

Ramón Lara considera la Lonja del Melón y la Sandía como una herramienta útil, a pesar de las críticas que recibe. / N Rodriguez

Nerea Rodriguez. Argamasilla de Alba.

Una vez más, desde Argamasilla de Alba, el presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya, Ramón Lara nos ofrece un análisis real y sincero del sector del melón y la sandía de La Mancha en el que habla de la situación del mundo cooperativo y de sus problemas de falta de relevo generacional y la avanzada edad de sus productores. También comenta otros temas como el ‘boom’ de la calabaza y explica el porqué de la falta de apoyo que están teniendo iniciativas como la lonja de precios, la interprofesional, incluso la IGP Melón de La Mancha.

Valencia Fruits. Si echamos la vista atrás, ¿qué sabor de boca dejó la campaña 2023 de melón y sandía en La Mancha?

Ramón Lara. En sandía fue un año complicado después de la buena temporada que se cerró en 2022. Y el melón, la campaña fue similar a la anterior. En 2023 se volvió constatar la apuesta de La Mancha por la sandía, una tendencia que se mantiene también en la presente campaña tras confirmar un aumento de un 10% en la superficie total plantada.

“Las producciones de melón y sandía en la cooperativa se mantienen estables”

VF. El melón sigue perdiendo peso en La Mancha a favor de la sandía, ¿por qué?

RL. Hay varios factores. Primero, es más fácil producir sandía que melón. Otro factor es el rendimiento por hectárea, que es mayor en la sandía. Así, si los precios no son altos, es más fácil cubrir los gastos. Además, el cultivo de la sandía no presenta tantas complicaciones como el del melón, especialmente en tierras demasiado agotadas. Las sandías son más resistentes a enfermedades y no tan exigentes en cuanto a las condiciones del terreno.

VF. ¿En la cooperativa de Peñarroya hay más sandía que melón?

RL. Hay más melón que sandía. Hemos llegado a estar 50-50, pero este año la balanza se inclina hacia el melón con un 60-40. Son producciones complementarias.

“La calabaza resiste bien en el campo y es más fácil de cultivar”

VF. ¿Qué opinión le merece el gran desarrollo que está teniendo la calabaza en La Mancha? 

RL. No es un cultivo nuevo en esta zona, pero en los últimos años ha vivido un ‘boom’ gracias a los almacenistas que ven en este producto una forma de alargar la temporada. A nivel agronómico, la calabaza es más fácil de cultivar, aguanta bien en el campo, es más resistente a plagas y enfermedades y permite extender las ventas más allá del otoño. Es otro cultivo complementario que puede ser interesante, si bien económicamente no deja tanta ganancia como el melón o la sandía. 

VF. ¿Qué podemos decir de la situación de la cooperativa en relación a sus socios?

RL. Cada vez son menos y más mayores, y falta de relevo generacional porque la gente joven no quiere trabajar en el campo. 

Esto no es sólo un problema local, es generalizado. La agricultura y la ganadería son las principales actividades económicas de muchos de los pueblos de la ‘España despoblada’. En el caso de Argamasilla de Alba, a pesar de estar rodeados de pueblos grandes, seguimos siendo un municipio que depende de pequeños productores, con un sector industrial creado en torno a la agricultura, donde sólo el 2% de la gente que trabaja actualmente en el campo es nacional.

Si no hay gente para seguir adelante con el campo, las pérdidas serán insalvables. Para no llegar a este punto sin retorno es necesario que las diferentes administraciones apoyen realmente el sector primario.

VF. ¿Cuál es la situación de la Lonja del Melón y la Sandía de la Mancha, de la Interprofesional y de la IGP Melón de La Mancha? ¿Qué recorrido tienen a medio largo plazo?

RL. La lonja sigue adelante con sus altibajos. Personalmente la considero una herramienta útil. 

La situación es más complicada para la interprofesional. Para tener una interprofesional operativa, es necesario que estén representadas todas las zonas productoras, no sólo La Mancha. Con la estructura actual, en la que falta organización, es difícil involucrar a otras zonas como Murcia, que cuentan con un sector más ordenado y tendrían un mayor poder de ejecución en el caso de convertirla en nacional. Por otra parte, el planteamiento de una extensión de norma no cuenta con el beneplácito del Gobierno Autonómico de Castilla-La Mancha. Además, los almacenistas son reacios a unirse a una organización así. Con este panorama, la continuidad de la Interprofesional del Melón y la Sandía de La Mancha es complicada. 

En cuanto a la IGP Melón de La Mancha, sólo la administración ha mostrado interés en hacer algo este año, pero el sector no está convencido. La IGP es una buena herramienta promocional, pero reactivarla requiere una inversión económica significativa. Las empresas marquistas y las cadenas de supermercados no han mostrado interés por incluir estos productos en sus lineales, por lo que las empresas hemos dejado de certificar melón bajo esta figura de calidad por la poca salida comercial que ofrece. 

VF. ¿Qué representatividad tiene el cooperativismo en el sector del melón y la sandía en La Mancha?

RL. Es duro decirlo, pero el peso de las cooperativas es cada vez menor, con una representación que no supera el 5%.

VF. ¿Cómo se vislumbra el futuro?

RL. Aquí, el futuro lo marca el día a día. Con la estructura productiva que tenemos, formada por pequeños agricultores de avanzada edad sin relevo generacional y el problema de la falta de mano de obra, no se pueden hacer grandes cosas. 

En el caso de la cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya, a pesar de las dificultades, vamos bien. Mantenemos los volúmenes entre 9 y 11 millones de kilos de melón y sandía, dependiendo del año y la climatología, con una cartera de clientes bastante estable. 

Acceso a la entrevista en la página 6 del dossier Melón Sandía 2 en el ejemplar de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.