“Una retrospectiva de las campañas citrícolas para aprender de cara al futuro”, por Paco Borrás

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El consultor hortofrutícola, Paco Borrás, realiza una radiografía sobre el pasado presente y futuro de los cítricos españoles

Paco Borrás explica que “Necesitamos un cambio de mentalidad para revalorizar nuestras naranjas y clementinas, recordando el servicio único que ofrecen a Europa, con capacidad de entrega inmediata, y reclamar el precio justo que se merecen”. / Archivo

Paco Borrás (*)

Hace ya más de 150 años que España exporta cítricos y en la mayoría de esos años ha sido el líder absoluto a nivel mundial. No obstante, a lo largo de esos casi dos siglos se han vivido todo tipo de circunstancias que provocaban crisis más o menos estructurales y en consecuencia retrocedían las hectáreas plantadas de cítricos al tiempo que desaparecía un número determinado de exportadores. 

Desde el final de la II Guerra Mundial las hectáreas plantadas de cítricos en España no han parado de crecer, así como las exportaciones hasta las dos últimas campañas y, previsiblemente, la actual. Lo vemos en la Tabla 1, donde hemos realizado el promedio de hectáreas de las últimas dos décadas y el del último bienio.

La gran bajada en mandarinas (–18,46%) se ha dado fundamentalmente en satsumas y Clemenules. Su bajada no se ha compensado con el incremento de las plantaciones de variedades de club. La bajada de naranjas se ha dado toda en la Comunidad Valenciana, ya que en Andalucía durante este periodo ha seguido creciendo el número de hectáreas de naranjas. El crecimiento en limones es en realidad mayor si en vez de analizar promedios miráramos las hectáreas entre el año 2014 y el 2023, el incremento es de más del 40% y sigue creciendo peligrosamente.

En cualquier caso, se observa cómo los limones y los pomelos están creciendo y han amortiguado en el global la gran bajada de las mandarinas.

Si ahora nos trasladamos a las cifras de cosecha y de exportaciones analizando los mismos periodos tenemos la Tabla 2.

Vemos cómo estamos ante tres periodos en el que la segunda década de este siglo alcanza tanto los máximos de cosecha como de exportación, con algunos años por encima de los 7 millones de toneladas de cosecha y con varios donde las exportaciones superaron ligeramente los 4 millones. El actual bienio 2022/23 y 2223/24 se convertirá en un trienio con una cosecha cercana a los 6 millones de toneladas y ya veremos si la actual campaña supera las cifras de exportación de las dos últimas. Por otra parte, vemos que la cosecha global del actual trienio es similar a la primera década analizada que iba del 2002 al 2012. 

Con la singularidad que las cifras de hectáreas son prácticamente las mismas por lo que estamos ante una situación de oscilaciones de las productividades por causas climatológicas y por mayor o menor envejecimiento del arbolado que donde más se acusa es en la Comunidad Valenciana. 

Si observamos el aforo de la actual campaña 2024/25, se ha dado la circunstancia de que la Comunidad Valenciana, aun siendo la que más pesa en la cosecha global de cítricos esta campaña sólo representa el 45% del total de la cosecha española. Es la primera vez en la historia de la citricultura española que la Comunidad Valenciana baja del 50%. 

Y, a su vez, cuando observamos cómo ha evolucionado el peso de las cuatro familias de cítricos vemos que en la primera década del actual siglo las naranjas representaban el 49% del total y ahora han bajado al 47%, las mandarinas representaban el 37% y han bajado al 32%, mientras que los limones han pasado del 13% al 20% y los pomelos del 0,76 al 1,34%.

Si clasificáramos los cítricos en dos grupos, los cítricos fruta, naranjas y mandarinas, y los cítricos aditivos, limones y pomelos, la evolución ha sido en el periodo analizado que los primeros representaban en cosecha el 86% y en exportación el 85% sobre el total y los segundos el 14% de cosecha y casi el 15% de exportación. Estas últimas dos campañas los cítricos fruta representan el 79% de la cosecha y el 77% de la exportación y los cítricos aditivos ahora representan el 21% de la cosecha y el 23% de las exportaciones. 

Precios de las últimas campañas

Hemos querido analizar sólo las últimas tres campañas porque, aunque con diferencias muy definidas entre las tres, nos muestran un resultado singular para cada una de las tres grandes familias.

Naranjas

Si tomamos como base las exportaciones y los precios Intrastat de las mismas (ver Gráfica 1), consideramos que se ajustan bastante al conjunto de la comercialización en fresco, que entre exportación y mercado doméstico se acerca al 75% de la cosecha total. Por otro lado, la parte industrializada que representa un 25% ha alcanzado este año, con sus oscilaciones, precios muy superiores a los de otras campañas debido a la gran subida que han tenido a nivel mundial los precios del zumo de naranjas concentrado congelado. 

— A pesar de las diferencias de kilos entre las tres campañas, el valor económico es prácticamente el mismo entre las tres.

— Los precios medios de las últimas dos campañas analizadas superan en 0,17€/kg a la campaña 2021/22.

— Aunque las dos últimas campañas arrojan un precio medio exactamente igual, el comportamiento en el tiempo ha sido inverso. En la campaña 22-23 los precios crecieron siempre y en la campaña 23-24 bajaron de octubre hasta abril donde se estabilizaron y subieron ligeramente en julio y agosto. 

— Por lo tanto, estas dos últimas campañas los precios de las naranjas españolas se han posicionado por primera vez en niveles más altos que otras campañas y desconocidos hasta la fecha.

Mandarinas

Con las mandarinas los precios Intrastat nos sirven también para las ventas domésticas ya que exportamos un 62% de la producción, consumimos un 25% e industrializamos un 13% de la cosecha como se aprecia en la Gráfica 2. 

— Se repite la tónica de las naranjas en el sentido de que, independientemente de los volúmenes exportados en toneladas las tres campañas, el valor económico obtenido es totalmente similar. 

— Las tres campañas tienen comportamientos de precios con ritmos diferentes, tanto en la primera parte de la campaña, las clementinas, como en la segunda, los híbridos.

— En las campañas 21/22 y 22/23, los precios son ascendentes desde el inicio. Pero, la 22/23 el ascenso es muy elevado para las variedades de club lo que eleva la media de la campaña por encima de todos los registros conocidos.

— La singularidad de la campaña 23/24 radica en que las clementinas por primera vez arrancan con precios medios por encima de 1,30 y a partir de diciembre prácticamente se convierten en planos, con lo que la campaña firma 9 meses casi al mismo precio, independientemente de las variedades. 

Si las naranjas de mesa españolas, desde las navelinas hasta las navels tardías, ofrecen una calidad excepcional y una campaña que cubre ocho meses, y si las clementinas, en especial la Clemenules, son de las mejores mandarinas del mundo, ¿por qué sus precios en el mercado están casi siempre por debajo de otras frutas como manzanas, uvas o aguacates?

¿Qué hemos hecho todos en la cadena de valor para que estos productos de tan alta calidad terminen sujetos a constantes promociones? Quizás esta situación responde a una percepción errónea generada tras años de vender a precios bajos, algo que se ha vuelto costumbre en cada nivel de la cadena. Necesitamos un cambio de mentalidad para revalorizar nuestras naranjas y clementinas, recordando el servicio único que ofrecen a Europa, con capacidad de entrega inmediata, y reclamar el precio justo que se merecen.

Limones

Según los datos de Ailimpo, la cosecha real de limones de la campaña pasada fue de 1.590.000 toneladas, récord absoluto de la historia citrícola española. Se exportaron 674.000 toneladas, el 42%, se consumieron en España 173.000 toneladas, un 11%, y la industria ha procesado 365.000 toneladas, un 23%, pero en el campo, o sea, en el suelo, se han quedado 345.000 toneladas, un 22% del total, casi todos de Primofiori. Evidentemente el resultado a nivel de agricultor será muy dispar y no muy bueno en general.

— Se repite la tónica que había en naranjas y mandarinas en cuanto a que, independientemente del volumen de toneladas exportado, el valor económico del total de las exportaciones es muy similar las tres campañas.

— Si tenemos en cuenta el desastre que supuso en el campo la no recolección del 22 % de la cosecha con la consiguiente bajada de precios en el campo, los precios de exportación fueron hasta enero muy similares al año pasado y la bajada se produjo en la última parte de la campaña, aunque al final la media se acerca mucho a la que se alcanzó en la campaña 2021/22, aunque esta 0,13€/kg por debajo de la campaña pasada.

— Se vuelve a observar que, para un cítrico como el limón, que no se consume como una fruta sino que es un aditivo, bajadas relevantes de precios o promociones no implican a corto plazo incremento importante de consumo. Los consumidores compran los limones que necesitan sin mirar el precio. 

— Incrementar el consumo de limón es un trabajo promocional es una estrategia a medio y largo plazo como está haciendo Ailimpo.

¿Y el futuro?

España recuperará las cifras de 7 millones de toneladas de producción con las hectáreas que tiene. Con una de las mejores combinaciones a nivel mundial de zonas de producción a lo largo de toda la costa mediterránea y parte de la atlántica, desde el Ebro hasta el río Tinto más todo el valle del Guadalquivir. 

Ningún otro país del mundo puede armonizar el calendario de mandarinas, naranjas y limones con buenas variedades durante nueve meses. Y estamos geográficamente dentro del continente europeo, en particular, de la Unión Europea con sus más 500 millones de consumidores al alcance de camión o tren.

Pero nos enfrentamos a unos retos, algunos dependen de nosotros mismos y otros de las administraciones, fundamentalmente comunitarias:

— No olvidar lo que hemos aprendido sobre los precios de venta.

— Tenemos que salir más del continente europeo y pasar del 3% al 6% en nuestras exportaciones a ultramar.

— Seguir luchando por las cláusulas espejo sobre los tratamientos y cultivos éticamente correctos en los países terceros que nos envían cítricos.

— Conseguir que el principio de reciprocidad se aplique. Lo cual implica la eliminación de los draconianos protocolos de exportación a EEUU, México, India, Japón, China, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y ahora, para más vergüenza, Perú y Ecuador. O bien que a esos países y para todos sus productos se les exijan los mismos protocolos de exportación que a nosotros ya que está más que demostrado que no son problemas fitosanitarios sino barreras comerciales que consiguen aplicarnos porque negocian en Bruselas las importaciones y luego cada país y para cada producto los países europeos tenemos que negociar bilateralmente. 

— Y enfrentarse al principal problema observado durante los últimos quince años y sobre el que no se ha hecho nada: la enorme bajada en el consumo de naranjas y el estancamiento en el de mandarinas.

— Pero tenemos que resolver la estructuración del sector para enfrentarnos a los desafíos antes comentados. 

— Y eso pasa por una interprofesional operativa única que englobe a todos los cítricos y a todas las CCAA que los cultivan. 

— Mandarinas, Naranjas, Limones y Pomelos juntos, ya que tenemos más problemas que nos unen que nos separan.

— Valencia, Murcia y Andalucía, juntos por la misma razón, aunque se tenga que intercambiar la capitalidad cada tres años.

— Y, evidentemente, organizaciones agrarias, cooperativas, comercio privado e industria juntos, porque a todos nos afectará y en negativo si no resolvemos juntos los problemas que tenemos. 

(*) Consultor hortofrutícola

Acceso al artículo en las páginas 2-4 del dossier de cítricos de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.