La Consejera de Agricultura, Sara Rubira, opina sobre la importancia del papel de la mujer en el sector agroalimentario
Valencia Fruits. Redacción.
¿Qué es lo que determina que una persona sea la idónea para un proyecto? Que esté capacitada para ese puesto independientemente del género que tenga.
Algo que también parece estar cambiando en el mundo rural en el que cada vez hay más mujeres en una primera línea que parecía estar sólo reservada para hombres.
¿Por qué una empresa del sector agrícola no puede estar dirigida por una mujer? Por supuesto que sí pueden estarlo. De hecho, en la Región de Murcia el 25% de las empresas tienen como titulares a mujeres.
Es evidente que aún queda mucho camino por recorrer para conseguir que el rol de la mujer cambie en este sector. Ya se han dado pasos en la Región y continuamos trabajando para conseguir que ese porcentaje se incremente.
La agricultura y la ganadería están dejando a un lado las barreras de género. Cada vez es menos raro ver a una mujer dirigiendo una importante empresa de frutas y hortalizas, o por qué no, al frente de la Consejería con competencias en Agua, Agricultura, Ganadería o Pesca.
No he sido la primera, ni tampoco soy la única mujer que en este momento tiene en España responsabilidades similares.
Poco a poco estamos dejando atrás el tradicional rol que la mujer ha ocupado en el mundo rural. Siempre ha tenido un papel importante a la hora de la toma de muchas decisiones aunque no siempre es visible.
Ha sido esposa y madre, sí, pero también ha trabajado de sol a sol untándose los pies de tierra para conseguir que la cosecha de ese año fuera mejor que la anterior.
Por eso tenemos que reconocer el trabajo que generaciones pasadas han realizado. Ellas plantaron la semilla, que ahora otras estamos regando, para que las vengan detrás se encuentren con un arbolado de fuertes raíces.
Esperanza, Esther, Juani o Elena son sólo algunos nombres que me vienen a la cabeza. Mujeres que han roto esos techos de cristal que un día tenían. Ellas son el espejo al que se miran muchas jóvenes que deciden apostar por el sector primario de una manera muy diferente a la que lo hicieron sus madres o, antes, sus abuelas.
Apuestan por la formación, por ser las mejores profesionales en un sector que cada día está más tecnificado. Un sector donde las formas y los tiempos han cambiado.
Hace unos días, visitando uno de los centros integrados de formación especializados en agricultura que tiene la Región de Murcia me gustó ver cómo hay chicas jóvenes en sus aulas. Ellas apuestan por el mundo rural como futuro pero saben que tienen que adquirir conocimientos para poder progresar.
A día de hoy son 17.000 mujeres las que trabajan en labores agrícolas en la Región. Son un 23% de los trabajadores que cada mañana hacen que seamos la ‘Huerta de Europa’.
Hablar del campo en la Región de Murcia es hablar de mujer. Un mundo rural que, al igual que ha sido referente a nivel nacional en cuanto a innovación, tecnificación y desarrollo de técnicas novedosas, también ha sabido evolucionar en cuanto a las personas que deben estar a los mandos o formar parte de las estructuras del sector.
En esa línea, sé de la necesidad de contribuir a la igualdad efectiva y real entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida. Pero para ello creo que también es completamente necesario el desarrollo de políticas y estrategias que contribuyan a dar a la mujer rural el protagonismo que merece como fuente de entrega, esfuerzo y dedicación; así como mantenedora de la actividad primaria.
Yo siempre he defendido que la valía de las personas es lo que las pone en un sitio u otro, y la cuestión de género poco tiene que ver con ello. Lo vemos en la Región de Murcia, que en los últimos años está registrando un importante aumento de la creación de empresas agrarias por parte de mujeres jóvenes que toman la decisión de ponerse al frente. En la última convocatoria, el 33% de las solicitudes estaban encabezadas por mujeres.
Para ayudarlas en ese camino, desde el Gobierno de la Región de Murcia hemos introducido subvenciones directas de 2.500 euros a mujeres jóvenes agricultoras. El objetivo es garantizar que las mujeres puedan aumentar su participación y presencia en el campo, como ya se viene haciendo a través de las ayudas Leader. Estas ayudas han contemplado a lo largo de 20 años acciones de desarrollo local para contribuir a la formación y al acceso de las mujeres rurales a la actividad económica.
Porque si no se puede entender el futuro de la Región de Murcia sin nuestro campo, creo que tampoco se puede entender sin el papel de la mujer, concretamente, la mujer rural. Por eso, es necesario que se reconozca su papel.
(*) Consejera de Consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia
Acceso al artículo de opinión en la página 3 del dossier “Con nombre de mujer”.
Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.