Es muy probable que el potencial presente en los árboles a mediados de mayo, fecha de estas estimaciones, no se exprese plenamente y que las previsiones deban revisarse a la baja en junio debido a la sequía y las inundaciones
Nerea Rodriguez. Redacción.
La elaboración de las previsiones de cosecha de fruta de hueso es una labor complicada todos los años. Evaluar el potencial de una parcela, explotación, zona de producción o un país es de por sí un gran reto y si a todo esto añadimos los riesgos climáticos como heladas, granizos, etc… presentar una estimación de producción se convierte en un gran desafío.
Pero Eric Hostalnou, jefe de la Chambre d’Agriculture des Pyrénées-Orientales y responsable de la realización de las previsiones de cosecha de melocotón, nectarina y pavía en Grecia, España, Italia y Francia, no ha renunciado a este reto. Con la colaboración de ASEPOP (Grecia), Cooperativas Agro Alimentarias y Afrucat (España), CSO (Italia) y AOP Pêches et Abricots (Francia), desde el foro Europêch 2023, se ha anunciado una cosecha de melocotón, nectarina, paraguayo y pavía de 3.379.000 toneladas para este año en Europa. Una cifra que supone un 14% más en relación a la producción de 2022.
Esta cifra, sin embargo, hay que tomarla como una primera estimación ya que ahora mismo hay dos fenómenos climáticos “en curso”, que no son ni heladas ni granizos, y cuyos efectos aún no pueden medirse a finales de mayo en la presentación de estas previsiones como son la sequía y las inundaciones.
A ambos lados de los Pirineos, en la región del Roussillon (Francia), en Cataluña y Aragón (España), la sequía está haciendo estragos desde hace más de un año. Los embalses están bajo mínimos, se han impuesto restricciones de uso y en Cataluña incluso se han cortado los canales de riego. Es posible que en las próximas semanas se produzcan nuevas restricciones con repercusiones actuales y posiblemente futuras en la producción e incluso en la supervivencia de los huertos.
Y en el norte de Italia, en Emilia Romagna, las inundaciones han sumergido las parcelas en los últimos días. También aquí el episodio climático está en curso y las pérdidas son aún imposibles de evaluar.
“Los colaboradores de los distintos países productores que elaboran cada año las previsiones de cosecha no han podido tener en cuenta las futuras pérdidas de producción vinculadas a estos riesgos. Por tanto, las cifras que presentamos son sin duda optimistas y se actualizarán hacia mediados de junio, cuando se aprecie con mayor claridad el impacto real de estos dos fenómenos climáticos”, apunta Eric Hostalnou.
El año pasado, la campaña estuvo marcada por un importante déficit de cosecha en Cataluña y Aragón a raíz de las heladas primaverales, mientras que las demás cuencas de producción europeas se salvaron y presentaron un potencial normal.
Este año, con todas las reservas expresadas anteriormente, la previsión se cerró a mediados de mayo en 3.379.000 toneladas de melocotones, nectarinas y pavías, es decir, un 13% más respecto a la producción de 2022. Pero una vez más, por desgracia, es muy probable que el potencial presente en los árboles a mediados de mayo, fecha de estas estimaciones, no se exprese plenamente y que estas previsiones deban revisarse a la baja.
España
Tras una campaña 2022 muy corta debido, principalmente, a las heladas en Aragón y Cataluña, la campaña 2023 se presentaba muy prometedora sin heladas ni granizo hasta la fecha, pero con una sequía histórica que afecta a toda España.
Paradójicamente, las regiones más meridionales parecen ser las menos afectadas por el momento, pero no se espera que las dos principales regiones productoras del norte de España, Aragón y sobre todo Cataluña, superen esta campaña sin sufrir pérdidas que podrían resultar muy importantes.
Desde los primeros días de mayo, el canal de Urgell, que abastece una zona de producción al norte de Lleida, orientada principalmente a la producción de fruta de pepita, está cortado y otros canales están amenazados con restricciones incluso con cortes.
“Ante esta situación es imposible estimar las pérdidas que podrían producirse y la situación tal vez podría mejorar si el tiempo acompaña. Pero cada día que pasa hace que esta última opción sea cada vez menos creíble”, señala Hostalnou.
Las previsiones presentadas a 23 de mayo no tienen en cuenta la sequía y sus efectos previstos a lo largo de la campaña, por lo que estas cifras con toda probabilidad se revisen a la baja a finales de junio, cuando se realice la segunda estimación. Sea como sea, España en mayo presenta un potencial de producción de melocotón, paraguayo y nectarina de 1.250.000 toneladas, que supone un incremento del 52% respecto a 2022 y del 8% respecto a la media 2017/2021.
En melocotón, el potencial de producción se estima en 292.000 toneladas, un 41% más que el año pasado y un 6% menos que la media 2017/2021.
Sobre las tendencias de producción que presenta nuestro país, desde Cooperativas Agro-alimentarias de España, el responsable de fruta, Javier Basol confirma que “la tendencia es al aumento de rendimientos y calidades en todos los periodos y familias de frutales de hueso”.
En los últimos años no se han producido incrementos ni reducciones significativas en el número de operadores ni en las superficies cultivadas, aunque algunas plantaciones están empezando a ser sustituidas por otras especies frutales o por la entrada de grupos inversores en el sector de la arboricultura. Por otro lado, un reto importante al que se enfrenta el sector es el cambio climático, que sin duda dificulta cada vez más que las variedades tengan las horas frío necesarias. “El objetivo es introducir variedades adaptadas a las exigencias del mercado, pero también a las nuevas condiciones climáticas”, apunta Basol.
A nivel de mercado, las frutas de hueso están sometidas, como otros muchos sectores, a un importante incremento de normativas y exigencias de todo tipo (medioambientales, sociales, sanitarias, de envasado, etc.), que repercuten directamente en incrementos de los costes de producción pero que “no se repercuten en los precios de venta, con el consiguiente deterioro de la economía del sector”, recuerda Javier Basol.
En cuanto a la evolución de la campaña teniendo en cuenta el factor clima, en las zonas de producción temprana se prevén descensos en los volúmenes de producción debido principalmente a las variaciones de temperatura. Por un lado, el frío de las últimas semanas de febrero ha retrasado la floración y, por otro, las altas temperaturas de las últimas semanas han afectado a algunas variedades con problemas de cuajado por falta de horas frío. Sin embargo, en las zonas más tardías, la floración y el cuajado han sido buenos, sin heladas ni incidencias graves durante la floración.
A mediados de mayo, las previsiones para España son de una cosecha “normal”, similar a la de 2019, después de 3 años consecutivos de déficit. Por grupos, se espera un aumento de la producción de melocotón (incluyendo paraguayos, nectarinas y pavías) del 50% respecto a la campaña pasada (la cifra más baja registrada en los últimos 10 años), alcanzando las 1.548.683 t, una producción un 15,5% por encima de la media de los últimos 5 años (2018-2022) o un 5% por encima de la media 2017/2021. Y en el caso del albaricoque, también se espera que la cosecha de este año se recupere tras varios años consecutivos de descenso, alcanzando las 96.123 t, un 8,3% por debajo de la media del quinquenio (2018-2022) o un 18% por debajo de la media 2017-2021, pero un 45% por encima de la campaña pasada.
Sin embargo, todas estas previsiones dependen de las precipitaciones futuras y de las limitaciones en las concesiones de riego como consecuencia del tiempo seco. “La falta de lluvias y la disminución de las dotaciones de riego afectarán a la cantidad y calidad de la fruta (calibres más pequeños) y acortarán la duración de la campaña”, avanza Javier Basol.
Más allá de la falta de agua, desde el inicio de la campaña preocupa la coincidencia de diversos factores negativos que podrían desestabilizar el mercado y dificultar la actividad de las explotaciones y cooperativas, encontrándose muchas de estas empresas muy debilitadas tras tres años de producción deficitaria.
Los efectos de la sequía en España y Francia junto con las inundaciones que se están registrando en Italia, ‘pasarán factura’ a la previsión de cosecha de 3.379.000 de toneladas anunciada en Europêch 2023
Estos factores son: el potencial de producción normal tras las heladas de los dos últimos años tanto en España como en el resto de Europa; la falta de calibre como consecuencia de la sequía y las olas de calor; descenso del volumen comercial debido precisamente a la falta de tamaño de la fruta; falta de mano de obra que podría afectar al aclareo; presión a la baja de los precios por parte de las cadenas de supermercados debido a una mayor oferta de calibres pequeños; aumento de costes de nuevo este año con un +15% en insumos y energía, y un +14% en costes de personal; la ley de morosidad, que obliga a los operadores españoles a pagar en 30 días, mientras recuperan el producto (exportación) en 60-90 días, exigirá más financiación a las empresas, que ya están fuertemente debilitadas por las pérdidas por heladas, y las pérdidas de varias campañas (con precios altos, pero bajos rendimientos en las zonas más castigadas) y están muy endeudadas; difícil acceso a la financiación, que además es más cara; incertidumbre sobre la fluidez de las salidas al mercado británico y por último, los efectos de la inflación en el consumo.
Un compendio de factores nada fácil de gestionar y que vuelve a colocar al sector de fruta de hueso español contra las cuerdas.
Italia
Tras una campaña muy pobre en 2021, marcada por las heladas, 2022 presentó un potencial de producción normal, cercano al óptimo, con algo más de un millón de toneladas de melocotones, nectarinas y pavías.
Este año, las heladas de abril han afectado ligeramente a algunas parcelas de las regiones productoras del norte de Italia, pero están siendo las intensas lluvias las que están haciendo estragos en Italia, especialmente en la región de Emilia Romagna. Son muchas las plantaciones inundadas y se prevé que esta situación continúe durante varias semanas.
Eric Hostalnou explica que los efectos de esta catástrofe en curso “no eran cuantificables en el momento de presentar estas previsiones, por lo que estas presentan la situación a mediados de mayo, antes de las inundaciones”.
Así pues, con 869.000 t de melocotones y nectarinas, el potencial de producción italiano es un 8% inferior a la producción de 2022 y un 12% inferior a la media de 2017/2022. Con casi 64.000 t de melocotones, el potencial de producción es un 10% inferior al del año pasado y un 11% inferior a la media 2017/2021.
Desde el CSO de Ferrara, su directora, Elisa Macchi comenta que “las previsiones de producción que se presentan en estos cuadros deberán actualizarse tras cuantificar los daños, que no pueden evaluarse en la actualidad debido a la emergencia en curso”. Dicho esto, analizando la evolución de la cosecha italiana, antes del 17-18 de mayo, Macchi explica que la producción de melocotones y nectarinas ha vuelto a verse afectada por las inclemencias meteorológicas. “En abril, el regreso del frío afectó a las distintas cuencas de producción del norte de Italia de forma diferente y con distinta intensidad, limitando los rendimientos. Incluso en las últimas semanas, el tiempo ha vuelto a ser desfavorable, con temperaturas por debajo de lo normal, fuertes cambios de temperatura y precipitaciones abundantes en varias regiones italianas. También ha habido algunas tormentas de granizo de norte a sur”.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, la oferta italiana de melocotones en 2023 se ha estimado en 422.000 toneladas (–4% respecto a 2022); algo menos de 64.000 toneladas de pavías (–10% respecto a 2022) y algo más de 446.000 toneladas de nectarinas (–12% respecto al año pasado). “El descenso se debe a las regiones septentrionales y sólo se compensará parcialmente con el crecimiento de los volúmenes de recogida en la parte meridional del país, que se encuentra ahora en una situación casi normal”, avanza la directora del CSO.
Sobre la evolución de la superficie de fruta de hueso en el Belle paese, una parte de la disminución de la oferta se debe precisamente a la disminución de la superficie que se cuantifica entre un –3 y –4% en 2022, una cifra similar a la de los últimos años. Esta disminución es más patente en el norte, mientras que las regiones del sur la situación, en la mayoría de los casos, es más estables.
Desde el CSO también avanzan que en comparación al año pasado, “se observa un retraso en la maduración de aproximadamente una semana en las regiones del sur de Italia, mientras que las regiones del norte se ajustan más a las fechas del año pasado”.
Grecia
En 2022, el país heleno recuperó su potencial productivo tras una campaña 2021 muy corta en volumen. Este año, sin ningún problema climático importante, salvo un tiempo caprichoso desde principios de abril y una disminución de las zonas de melocotón, Grecia ha anunciado una producción de 335.000 t de melocotones y nectarinas, esto es, un 5% menos que el año pasado pero un 16% más que la media 2017/2021. En cuanto a la pavía, se espera una producción de unas 330.000 toneladas, un 4% menos que en 2022 y un 14% menos que la media de 2017/2021.
A nivel de producción, la tendencia en Grecia es al aumento de los rendimientos y de la calidad. En los últimos años también se ha producido una reducción de la superficie dedicada al cultivo del melocotón, debido a la escasa rentabilidad económica, y un desplazamiento hacia las cerezas, los kiwis y los albaricoques. En cambio, ha aumentado la superficie dedicada a las nectarinas, más demandadas por los consumidores y más rentables.
Desde la cooperativa ASEPOP, colaborador griego en la elaboración de estas previsiones, George Kantzios, comenta que el inicio de la temporada de fruta de hueso en Grecia ha llegado con un retraso de 5 a 8 días “debido al mal tiempo de abril (frío) y al mal tiempo de mayo (lluvia)”. El invierno, en cambio, “ha sido suave y no ha habido incidentes importantes hasta hoy como heladas o granizo”.
Así pues, según las últimas previsiones, “la producción de melocotones y nectarinas será ligeramente inferior a la de la campaña de 2022, con un descenso mayor en el caso de los melocotones que en el de las nectarinas. Este aumento se debe al incremento de la superficie de nectarinas. En cuanto a la pavía, se prevé una producción inferior a la de 2022 e incluso significativamente inferior a la media de 2016-2020”, adelanta Kantzios.
Francia
Después de dos campañas muy pobres en 2020 y 2021 debido a las heladas, en 2022 nuestro país vecino se vio menos afectado por los riesgos climáticos con una producción de melocotones y nectarinas de 226.000 toneladas.
En cuanto a las estimaciones de 2023, el potencial productivo está cerca del nivel óptimo que presenta Francia gracias a que no se han registrado episodios importantes de heladas y el impacto del granizo ha sido muy localizado y leve. Sin embargo, hay que señalar la situación de la zona de producción del Roussillon, que sufre una sequía histórica y actualmente está sometida a restricciones de riego. La situación es heterogénea según los sectores y el origen del recurso hídrico (aguas superficiales, pozos de sondeo…) pero si las precipitaciones anunciadas para los próximos días no son significativas, la situación podría agravarse y generar pérdidas en los cultivos.
Al igual que en el norte de España, es imposible estimar el impacto de esta situación en evolución. Una vez más, Hostalnou aclara que “las cifras presentadas en estas previsiones de cosecha tienen en cuenta el potencial de producción en los árboles a mediados de mayo sin tener en cuenta las posibles pérdidas a lo largo de la campaña en función de la evolución de la situación”.
En este contexto, el potencial de producción francés de melocotones y nectarinas se ha estimado en 227.000 t, es decir, +1% con respecto a 2022 y +22% con respecto a la media de 2017/2021.
Bruno Darnaud, presidente de la AOP Pêches et Abricots de France, afirma que la producción francesa de melocotón y nectarina “se acercará al volumen del año pasado, gracias a la estabilización de la superficie de cultivo, aunque la cifra final dependerá de las consecuencias de la sequía”.
La producción francesa de melocotón y nectarina parece haberse estabilizado en los últimos 3-4 años, gracias al alto nivel de plantación. Por ejemplo, en la AOP, la tasa de renovación se acerca al 8%.
“Tras los dos años de heladas, todas las regiones francesas tuvieron una producción satisfactoria el año pasado. La ola de calor afectó un poco al volumen, pero en menor medida que en el caso de los albaricoques. Respecto a la presenta campaña, esta se ha preparado en las mismas condiciones, sin daños significativos por heladas, y con episodios de granizo con efectos limitados por el momento”. Otro dato a tener en cuenta, según Darnaud, es “un significativo retraso en el calendario debido al duro y tardío invierno”.
Sin embargo, en Francia la mayor preocupación de su sector de fruta de hueso es la sequía que asola el sur de Francia, en particular la región del Roussillon y de sus efectos, presentes y futuros. “Con 200 mm de lluvia en un año, la zona más meridional de la cuenca de producción francesa podría verse gravemente afectada. Afortunadamente, en estos momentos hay episodios lluviosos, que si bien no representan cantidades muy importantes, permiten reconstituir parcialmente las reservas y alejar el fantasma del fin del riego de los huertos. Por lo tanto, seguiremos muy atentos a este riesgo este verano, porque en caso de olas de calor, las reservas pueden ser insuficientes, como en nuestros vecinos catalanes del sur”, explica Bruno Darnaud.
Con la mirada puesta en el cielo, unos esperando a que llueva y otros a que escampe, no será hasta finales de junio cuando se sabrá con mayor certeza la situación real del volumen de fruta de hueso disponible en Europa
En conclusión, las tan esperadas previsiones de cosecha de fruta de hueso marcan un aumento de la producción de melocotón, nectarina y pavía en Europa de un +14%, pero este porcentaje será más reducido a tenor de las informaciones que España, Italia e Francia han avanzado por la sequía y las inundaciones. Con la mirada puesta en el cielo, unos esperando a que llueva y otros a que escampe, será a finales de junio cuando se sabrá con mayor certeza la situación real del volumen de fruta de hueso disponible en Europa.
Acceso al dossier Fruta de Verano II de Valencia Fruits.
Acceso íntegro al ejemplar de Valencia Fruits.
Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.