El algarrobo se afianza como producción alternativa

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La Comunidad destaca las bondades nutricionales de la algarroba y el potencial del árbol en la lucha contra el cambio climático

El precio de la algarroba ha exprimentado una evolución al alza, pasando en pocos años de 0,2 euros el kilo a 0,8 euros. / ARCHIVO

Valencia Fruits. Redacción.

La puesta en valor del cultivo del algarrobo, como producción alternativa, rentable y contra el cambio climático es una realidad en el Campo de Cartagena. El precio de la algarroba o ha exprimentado una evolución al alza, pasando en pocos años de 0,2 euros el kilo a 0,8 euros.

El valor de la pulpa es todavía muy bajo, ya que se emplea mayoritariamente como aditivo de piensos, no obstante, se está avanzando en el uso para la alimentación humana, para carnes vegetales o como sustituto del azúcar.

Así lo indicó el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, durante su visita a la empresa Ceratonia Plus, dedicada a la diversificación y aprovechamiento de la pulpa de la algarroba.

Rentable y sostenible

Luengo explicó que aunque el algarrobo es un árbol de lenta entrada en producción “porque la fructificación se produce sobre madera de 3 a 5 años, los árboles adultos dan cosechas de 70 a 100 kilos, y la producción por hectárea en secano, con 70 árboles, es de 5.000 kilos por hectárea en un año bueno y de 2.000 a 3.000 por término medio. Pero es que una plantación moderna, con una densidad de 150 árboles por hectárea y riego de apoyo puede llegar a 10.000 kg/ha”.

Si bien el cultivo destaca por su rentabilidad ya que requiere una escasa inversión en su proceso de producción, también destacan sus valores en cuanto a sostenibilidad

Junto a esas expectativas sobre la rentabilidad de un cultivo que, además, requiere de muy escasa inversión en su proceso de producción, son muy destacables sus valores en cuanto a sostenibilidad, indicaron fuentes de la consejería.

Adaptado al cambio climático

“Un algarrobo o garrofero en el campo de Cartagena es un mini oasis, tiene sombra y alimento, es el árbol que en nuestras condiciones de clima y suelo es capaz de producir más biomasa, fijar más CO2, mejorar el suelo y evitar la erosión, entre otros beneficios. Y es el más adaptado al calentamiento global por su altísima resistencia a altas temperaturas y a la sequía”.

El consejero Antonio Luengo, durante su visita a la empresa Ceratonia, dedicada a la diversificación y aprovechamiento de la pulpa de la algarroba. / CARM

Además, Antonio Luengo puso de relieve que “se considera que para un buen desarrollo, el algarrobo necesita una pluviometría de 450 mm/año, aunque puede subsistir con 300 mm o menos. En Israel y California se han aumentado las producciones un 60 por ciento con suministros muy bajos de riego, de 100 a 200 mm/año, aplicando técnicas de riego deficitario controlado. Y es destacable, asimismo, que tolera el riego con aguas de baja calidad”.

“Estamos en el lugar y en el momento idóneos para poner de relieve las bondades del cultivo del algarrobo, porque la familia Martínez-Fortún ha sabido ver las posibilidades que ofrece este producto, con el que vienen trabajando desde hace 40 años y que a través de la diversificación da a conocer sus beneficios nutricionales y las ventajas medioambientales que supone su cultivo”, aclaró el consejero.