Fruit Logistica II: dossier de Valencia Fruits

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Conoce cómo fue la feria berlinesa en el dossier de Valencia Fruits

Raquel Fuertes y Óscar Orzanco. Berlín.

Aunque la sensación predominante al visitar año tras año la misma feria en la misma ciudad y en las mismas fechas a veces nos haga pensar en un dejà vu, en una repetición de escenarios y personas, lo cierto es que este año Fruit Logistica nos recibía en Berlín con algunas novedades que nos llevan a pensar en un cambio de tendencia.

La feria de Berlín es siempre una ocasión para reencontrarse con los principales actores del sector hortofrutícola español. Desde productores hasta comercializadores, pasando por toda la industria auxiliar. Además, siempre se ha caracterizado por un marcado carácter internacional que es el que proporciona valor a la importante inversión realizada, tanto en la propia feria como en la logística que conlleva trasladar a los integrantes del equipo a Alemania.

Por fechas y por tradición es una feria muy orientada a las producciones del hemisferio sur, pero en la que los operadores del hemisferio norte también encontraban un buen escenario para cerrar negocios o fortalecer relaciones. Sin embargo, con el paso de los años, y de forma más acusada tras la pandemia, cada vez son más los expositores y visitantes de nuestro hemisferio que siguen encontrando en el certamen una buena oportunidad para el reencuentro o el conocimiento de posibles nuevos clientes, pero consideran que ofrece cada vez menos oportunidades directas de negocio. 

Así nos hemos encontrado con que los pabellones en los que se concentra la oferta española, fundamentalmente el 18, 11.2, 10.2 y 8.2, disponían de zonas habilitadas para el descanso o para tomar un refrigerio mientras que años atrás costaba encontrar un hueco para un stand en estas zonas. También se ha notado menos movimiento en los pasillos, incluso en el habitualmente abarrotado hall 18.

No queremos tocar de oído o únicamente en base a nuestra percepción como visitantes. Hemos comentado con las decenas de conocidos con quienes hemos departido en estos días cuál era su visión sobre esta edición y todos coincidían en que tenían la sensación de haberla encontrado un poco “más floja” que en años anteriores. Casi siempre se añadía el consabido matiz de “por los pabellones de Sudamérica no se podía ni pasar”.

Las cifras oficiales que da la organización (más de 66.000 visitantes y 2.770 expositores, con visitantes de 145 países y expositores de 94 naciones) nos llevan, por una parte, a reconocer el éxito de este certamen (casi un 5% más de visitantes que en 2023) a la vez que nos lleva a una segunda conclusión en la carrera por ver cuál de las ferias europeas se coloca en primera posición. Por número de visitantes Fruit Attraction ocupa la primera posición al haber superado los 100.000 en la edición de 2023.

Y sí, otra de las reflexiones de los visitantes era que Madrid iba ganando posiciones, aunque la mayoría entienden la necesidad de la pervivencia y necesidad de ambas ferias, cada una con objetivos diferenciados según los productos o servicios ofertados. Para las firmas que gestionan determinadas producciones españolas, por la fecha de celebración, resulta más provechoso acudir a Fruit Attraction en octubre porque se encuentran en plena campaña o a punto de arrancar, y cuentan con frutas y hortalizas para comercializar y mostrar a los clientes. Para este tipo de compañías, indudablemente su destino prioritario es Madrid.

No obstante, ¿va a renunciar el sector hortofrutícola español a Berlín? Desde luego, nuestra impresión es que no. Lo que sí es probable que cambie es la forma en la que participan las empresas. Hemos encontrado en los pasillos a representantes de muchas compañías que antes disponían de stand propio acudiendo como visitantes, algunas ya cambiaron esta tendencia años atrás (sobre todo relacionadas con el sector citrícola al llegar la cita de Berlín cuando la campaña ya está prácticamente vencida comercialmente) y otros se han incorporado este año a la experiencia de conocer la feria más allá del propio stand.

Sin embargo, nos cuentan los organizadores de la feria que no ha disminuido el número de expositores españoles sino que ha habido nuevas incorporaciones que han optado por ocupar espacio en otros pabellones. 

Sea de una manera u otra, lo cierto es que se percibe una tendencia que afecta a las empresas españolas: menos expositores. Actualmente, aunque las empresas se mantengan como visitantes, lo cierto es que las delegaciones son menos numerosas que cuando hay que atender un stand. Lejos se van quedando los tiempos en los que Fruit Logistica reinaba en solitario como única feria de referencia europea y todos los años se vivía una ‘migración masiva’ de profesionales del sector hortofrutícola con rumbo a Berlín. Ahora, con el auge de Fruit Attraction, la necesidad exponer en Alemania se va atemperando y ya depende de los intereses particulares de cada firma.

Y es que, detrás de la idoneidad o no idoneidad de las fechas hay otro tema importante: los costes. El metro de suelo de feria berlinesa se cotiza muy alto (algunos expositores nos cuentan que casi se multiplica por 3) y los traslados a Berlín no son cómodos ni baratos. Cierto es que en la carrera entre las dos grandes ferias europeas Madrid no está reaccionando ante una circunstancia ajena a la organización y que puede frenar su éxito: los precios de los hoteles.

Conseguir una habitación en Madrid en Fruit Attraction por menos de 300 euros/noche se está convirtiendo casi en una quimera. En desplazamientos de grandes equipos, y con una media de tres noches por persona, no se trata de un asunto menor sino que es un asunto que las empresas comentan con cierta preocupación al ser una partida que desequilibra el presupuesto de la feria. Es algo que, como comentábamos, escapa a la organización, pero no debería descuidarse la capital española si no quiere morir de éxito.

Volviendo a Berlín, algo que queríamos saber es cómo ha funcionado la feria para los que acuden sin stand. Y la experiencia ha sido para la mayoría muy positiva porque les ha permitido desde conocer más a fondo el certamen hasta poder visitar a clientes que con stand propio les resulta más complicado. No descartan, sin embargo, volver a tener stand en futuras ediciones porque el espacio expositivo es también un elemento de prestigio y que permite acoger y agasajar a los clientes, algo fundamental en una feria.

¿Nos movemos entonces hacia una feria cada vez más enfocada al hemisferio sur mientras que Madrid se consolida como el centro de negocios del norte? Tal vez sí. Pero en un mundo tan globalizado, con calendario de demanda de frutas y hortalizas de 12 meses, la interrelación entre hemisferios es fundamental.

Así que, aunque algunos hayan regresado con una sensación de una feria menos potente que otros años, las cifras hablan de un nuevo periodo de crecimiento de Fruit Logistica y de una convivencia europea con Fruit Attraction. Ahora el reto está en que cada empresa organice sus recursos y objetivos para aprovechar al máximo las posibilidades de negocio y relación que Madrid y Berlín ofrecen con certámenes feriales de primer nivel.

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