La comarca de Calatayud , la zona más afectada, ha perdido la mitad de los árboles
Javier Ortega. Aragón.
El fuego bacteriano es una enfermedad provocada por la bacteria Erwinia amylovora, que afecta a los frutales de pepita (peral, manzano y membrillero), el níspero y algunas rosáceas ornamentales.
Un reciente informe del Gobierno de Aragón señala que el cultivo del peral ha retrocedido en esta comunidad un 10% en un año debido al fuego bacteriano.
La zona más afectada, especialmente el peral, es la comarca de Calatayud. Por eso, técnicos del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal van a realizar un informe sobre la expansión de la enfermedad. Según los datos de la PAC, sólo en las últimas seis campañas, desde 2019 a 2024, la zona ha perdido casi el 50% de la superficie cultivada, sin contar con el arranque en los últimos meses de los árboles afectados por la bacteria, algo que hará que el descenso total de los ejemplares aumente significativamente en la próxima declaración.
La enfermedad no cuenta con tratamientos fitosanitarios eficaces, por lo que condena a los fruticultores a arrancar los árboles y a quemarlos
El cultivo de perales, sobre todo de las variedades Blanquilla, Conferencia y Ercolini, es muy importante en el entorno de Calatayud dada su buena respuesta frente a las heladas primaverales. Sin embargo, la propagación desde el año 2000 del fuego bacteriano está produciendo daños importantes con las consiguientes pérdidas económicas. La superficie declarada de este cultivo en 2019 era de 791 hectáreas y el pasado año únicamente se registraron 469 con la desaparición casi total del cultivo en varias poblaciones de la comarca.
Los agricultores denuncian que se tienen que enfrentar en solitario a una infección “de gran virulencia y facilidad de propagación” para la que no existen ayudas directas por parte del Gobierno de Aragón.
UAGA solicitó, en julio de 2024, al Departamento de Agricultura una reunión para abordar las afecciones del fuego bacteriano en Calatayud. Debido al cambio político en la consejería, en noviembre, volvió a insistir en la petición, pero a día de hoy ese encuentro todavía no se ha producido. Por eso, dicha organización ha criticado que el consejero Javier Rincón, que recientemente estuvo en Calatayud, no abordara el problema del fuego bacteriano.