Elena Cebrián, junto a representantes del sector agroalimentario valenciano, trasladan a Bruselas la problemática del sector citrícola
Delegación de la Comunitat Valenciana en Bruselas. / GVA
La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, junto a representantes de las principales organizaciones del sector agroalimentario valenciano, trasladaron las semana pasada a la Comisión y el Parlamento Europeo la problemática del sector citrícola respecto a los acuerdos con terceros países, y en especial el tratado de comercio entre la UE y Sudáfrica. La Comunitat Valenciana pidió a Bruselas que sea sensible ante la crisis que vive la citricultura y que haya una mayor coordinación y control sobre las importaciones, para proteger a los productores y evitar riesgos fitosanitarios.
Los representantes valencianos plantearon que las importaciones citrícolas procedentes de países no pertenecientes a la UE deben cumplir las mismas exigencias fitosanitarias y ajustarse a los requisitos ambientales de los productores europeos.
Además de que Intercitrus pueda ejercer un papel de ‘lobby’ en la capital europea, Elena Cebrián destacó, como ideas clave expuestas en Bruselas, la necesidad de unas condiciones de reciprocidad en los acuerdos comerciales que se firmen desde la UE y la importancia de controles en las aduanas homogéneos y más intensos, de cara a prevenir riesgos fitosanitarios.
La consejera también incidió en la solicitud de estudios de fondo e impacto donde se tenga en cuenta el efecto conjunto de las importaciones de diversos países en el mercado único y en concreto en el sector citrícola de la Comunitat Valenciana, que se está viendo afectado por la incidencia de estos acuerdos.
En las reuniones de trabajo con las instituciones comunitarias se repasaron aquellos condicionantes que pueden activar la cláusula de salvaguardia y se abordaron distintos efectos del acuerdo UE-Sudáfrica y otros sobre la citricultura valenciana. Desde la Comisión Europea, no obstante, se explicaron las dificultades de la activación de la cláusula, aunque se mostraron receptivos a estudiar con la documentación pertinente este y otros aspectos de la cuestión.
En todo caso, los representantes de la delegación de la Comunitat Valenciana ofrecieron en el corazón de la UE información de primera mano de la situación del sector citrícola, y pidieron sensibilidad ante este impacto, que es económico, social y territorial. Para Elena Cebrián, conseguir hacer presente en la agenda de Bruselas la cuestión citrícola valenciana, respecto a acuerdos con países terceros, “abre nuevas vías de trabajo y futuro al sector”, si bien “hay que continuar trabajando conjuntamente sobre medidas a corto, medio y largo plazo, como hemos hecho hasta ahora”.
En sintonía con la apuesta por una mayor presencia en la UE, Cebrián subrayó la necesidad de que el sector trabaje en la línea de fortalecer su asociacionismo y reforzar sus estructuras para beneficiarse de ayudas comunitarias.
Tras la reunión mantenida con europarlamentarias, la participación en la Comisión de Agricultura del Parlamento y la reunión con representantes de las direcciones generales de Comercio y Agricultura de la Comisión Europea, la consellera de Agricultura, el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, el delegado del Consell para la Unión Europea, Joan Calabuig, y los representantes de las organizaciones agrarias, cooperativas y el sector exportador, concluyeron la agenda europea con un encuentro con la Representación Permanente de España en Bruselas.
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