La caída de las cotizaciones en campo de esta campaña preocupan a los agricultores españoles que califican la actual coyuntura como “insostenible”

El incremento de los volúmenes de producción están repercutiendo en un descenso de los precios en origen. / Archivo
Alba Campos. Redacción.
“La campaña 2023-2024 pasará a la historia como una campaña difícil”. Así lo afirmaba hace una semana el director de Ailimpo, José Antonio García, en un artículo de opinión publicado en Valencia Fruits.
Una afirmación que se va ratificando a medida que se van conociendo datos y análisis sobre la temporada. En esta línea, el informe del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, correspondiente a la segunda semana del mes de enero, explica que el sector del limón ve con preocupación la actual situación caracterizada por una baja rentabilidad y por bajas cotizaciones en campo, debido a que la producción se ha incrementado respecto a la anterior campaña, en la que el aforo de cítricos elaborado por el MAPA señalaba una producción de 1.018.407 toneladas, la cosecha más baja de los últimos diez años. Este año, en cambio, con una previsión de cosecha al alza, que se sitúa en 1.365.000 toneladas, según los datos de Ailimpo, la preocupación del sector va creciendo y califican la campaña como “insostenible” y “nefasta” debido a la pérdida de rentabilidad.
La coyuntura económica inflacionista no hace más que empeorar una situación ya de por sí negativa. Según señala el Observatorio de Precios, el sector del limón difícilmente afronta la subida de los costes de producción de los últimos años, como consecuencia de una producción resentida por la falta de agua y una disminución de las cotizaciones en origen.
El aumento de cosecha en todas las zonas productoras y el descenso en el consumo, junto a la importación de limón de terceros países, podría estar detrás de esta situación atípica con un mercado bastante parado
La recolección de cítricos en Andalucía sigue con un ritmo bajo debido a las condiciones de humedad y las dificultades de acceso a las plantaciones como consecuencia de las continuas lluvias de las últimas semanas. Los agricultores están en alerta ante las incidencias que podría causar el exceso de humedad en las plantaciones.
Sin embargo, y a pesar de que la campaña de la naranja y de la mandarina también ha sufrido los estragos de los elevados costes de producción, estos dos productos sí que presentan buenas cotizaciones en campo, debido sobre todo a una importante reducción del volumen de cosecha, a diferencia del limón que la ha visto incrementada.
Grandes pérdidas
En la Comunitat Valenciana, los precios se sitúan incluso por debajo de los costes de producción y La Unió Llauradora cuantifica las pérdidas para los productores de limón en más de 26 millones de euros por una campaña que consideran “nefasta”.
La temporada de limones de la variedad Fino, que es la que debería estar recolectándose, se encuentra bastante paralizada y el riesgo que existe es que dentro de unos días ya no tendrán valor comercial en fresco. Los precios de esa variedad siguen a la baja y desde el inicio de la campaña en octubre han descendido ya un 39%. En la primera semana de enero tenían, según los datos de la conselleria de Agricultura, una cotización mínima de 0,14 euros/kg y una máxima de 0,25 euros/kg. Son precios además alrededor de cuatro céntimos inferiores que los que perciben los productores murcianos.
El coste unitario de producción del limón Fino, que desde 2018 no se ha actualizado, es de 0,18 euros/kg, por lo que en estos momentos se sitúa por debajo incluso del precio que perciben los agricultores, lo que podría motivar denuncias ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA). Ante esta circunstancia, desde La Unió se apuesta porque sea la propia Agencia la que realice más inspecciones de oficio, tal y como contempla la ley, de forma que se convierta realmente en una herramienta eficaz para evitar abusos y hacer más transparente el mercado, mediante la aplicación de sanciones más elevadas que las actuales y adecuadas al fraude cometido.
Esta temporada, por cuestiones meteorológicas, como ha sucedido en buena parte de los cultivos, la campaña comenzó más tarde de lo habitual. Las primeras cotizaciones públicas son de mitad de octubre y en campo no empezó a recolectarse hasta la última semana de este mes. Las pérdidas cuantificadas por La Unió son por limón que no podrá recolectarse o por destrío de fruta que hay en cámara y que debería ir a industria. El problema es que la industria echa mano del destrío que hay en almacén y ya traslada a los productores que tiene fruta suficiente y que no va a necesitar comprar limón en campo. Por ello toda, aquella producción que en años anteriores tenía una salida vía industria, puede quedar sin recogerse. También se detecta un aumento de los retrasos de compraventa que afectarían a los ingresos de los productores y que La Unió irá denunciando en cuanto tenga conocimiento a la AICA.
Según datos de la conselleria, se estima que en Alicante habrá una producción de 189.540 toneladas de limón Fino, de la que el 80% podría estar todavía sin recoger en el campo. “El aumento de cosecha en todas las zonas productoras y el descenso en el consumo, junto a la importación de limón de terceros países, podría estar detrás de esta situación atípica con un mercado totalmente parado”, señala La Unió.
La organización agraria pedirá a la conselleria de Agricultura que vigile los tratos de compraventa en esta campaña, que exija la prohibición de los retratos y que actualice los costes de producción. Además, reclamará ayudas extraordinarias para los productores ante una campaña muy negativa como la que están viviendo y muestra su preocupación por la eliminación de las partidas presupuestarias asignadas a la AVICA, lo cual implica efectivamente la disolución de una agencia cuya misión incluía la vigilancia de situaciones como la que actualmente atraviesan, principalmente, los productores alicantinos.
Además, La Unió ha solicitado a la conselleria de Agricultura y al MAPA que habiliten una ayuda extraordinaria en forma de retirada para los productores de la Comunitat, concentrado casi en su totalidad en la provincia de Alicante, por valor de unos 9,5 millones con la finalidad de compensar la mala campaña. Cada administración debería, según la organización, sufragar la mitad de ese presupuesto, unos 4,75 millones de euros cada una.
En relación a la variedad Verna, que será la siguiente en recolectarse, desde La Unió explican que nadie se atreve a aventurar nada todavía hasta comprobar si en el próximo mes de abril se estabiliza el binomio oferta y demanda.
Limones gratis
Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Ante los bajos precios en origen, desde UPA Málaga decidieron repartir la semana pasada 3.000 kilos de limones, una extrema decisión, pues afirmaron que preferían ofrecerles el producto a los vecinos de la provincia que ”regalarlos” a los especuladores a un precio de ruina.
La Plaza de la Marina de Málaga fue testigo de este “donativo” por parte de los productores y agricultores de la zona que señalaban al limón como un “cultivo en peligro de extinción”, el cual es vendido a los consumidores por las grandes superficies con un precio diez veces más caro.
El secretario general de UPA Málaga, Francisco Moscoso, afirma que están percibiendo “por un kilo 0,20 céntimos, mientras los costes de producción se elevan hasta los 0,35. Claramente nos encontramos en una situación de pérdida de rentabilidad. Algo que no se traduce, sin embargo, en los lineales, puesto que en las grandes superficies el precio oscila entre los 1,49 euros el kilo y los 3,46 euros. Es algo insostenible”. Además, añade que “es un auténtico despropósito. No podemos permitir por más tiempo que sigan ocurriendo situaciones como la actual, que los agricultores y los consumidores seamos los que pagamos las consecuencias y continuamos con una acuciada pérdida de rentabilidad porque los que imponen la realidad son los especuladores, que siguen campando a sus anchas haciendo y deshaciendo a su antojo sin que nadie les ponga coto”.
Por ello, desde UPA Málaga hacen un llamamiento a las autoridades y administraciones para que, tanto el ministerio como la consejería, “controlen la entrada de producciones de terceros países para evitar una competencia tan desleal. También tienen que intervenir de oficio y comprobar los continuados incumplimientos de la Ley de la Cadena que marca que los contratos deben cubrir, cuando menos, los costes de producción e incentivar el consumo de productos nacionales a través de campañas de promoción que promuevan los hábitos alimentarios saludables que se incluyen dentro de nuestra dieta mediterránea”.
Importación
La producción de limón en la provincia ha aumentado con respecto a la anterior campaña un 34,3%, y Moscoso hace también hincapié en la “incongruencia de que España importe limones de países extracomunitarios con una ventaja que aprovechan las distribuidoras para presionar aún más a la baja a los productores malagueños”.
Algo en lo que también coincide Asaja Murcia, que ha solicitado el fin de las bonificaciones en las tasas portuarias para los cítricos que procedan de fuera de la UE. Los puertos españoles, como el de Cartagena, establecen una bonificación en el impuesto a las mercancías o buques que lleguen desde otros continentes para incentivar el tráfico y los servicios marítimos en sus instalaciones. El año pasado, la Autoridad Portuaria de Cartagena estableció una reducción del 15% en esta tarifa para los buques que importen o exporten frutas y verduras. En Valencia, donde operan un gran número de empresas agroalimentarias murcianas, este recorte llega hasta el 30%.
Faltará ver como se desarrolla el resto de una campaña que no presenta actualmente indicios de mejora y es vista por el sector productor del limón como una de las más complicadas de la historia.