El CSIC presenta una nueva variedad de guisante lágrima

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La nueva variedad, desarrollada en Pontevedra, es el fruto de 14 años de investigación

Efeagro. 

Una nueva variedad de guisante lágrima, desarrollada en Pontevedra por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), podrá ser comercializada, tras casi catorce años de investigaciones y ensayos.

Esta variedad, denominada “Bagoa Atlantic”, que según los investigadores tiene “excepcionales cualidades sensoriales y culinarias” ha sido obtenida a partir de una variedad local de guisante que se cultiva en Monfero (A Coruña).

La Misión Biológica de Galicia, especializada en el ámbito de la I+D+i de los cultivos de leguminosas, ha sido la responsable del desarrollo de este guisante, que fue incorporado como especie en sus investigaciones en el año 2010.

El objetivo, según el investigador Antonio De Ron, era obtener tomando como base variedades tradicionales gallegas una que reuniera sus requisitos para su producción como lágrima.

“El guisante lágrima, cuya denominación se explica por la forma del grano inmaduro, con forma de lágrima, es una variedad muy valorada en la alta restauración”, ha subrayado De Ron.

A partir de ahí, el grupo de investigación realizó ensayos de campo en parcelas experimentales con dos variedades locales de guisante, obteniendo resultados positivos tanto en adaptación a las condiciones climáticas como a la producción.

La variedad “Bagoa Atlantic” se obtuvo tres años después, en 2013, y está registrada desde 2023 en la Oficina Española de Variedades Vegetales como variedad protegida y de doble uso (seco y fresco), iniciándose ahora el proceso para su comercialización.

Lo ha conseguido tras demostrar que es una variedad “nueva, distinta, homogénea y estable” y estará protegida hasta el año 2048, es decir, cualquier uso de esta variedad protegida deberá contar con el consentimiento expreso de su titular, en este caso del CSIC.

Desde el CSIC subrayan que los guisantes lágrima que actualmente están en el mercado y en algunos restaurantes no son el resultado de un proceso de mejora genética.

“Generalmente, los productores usan variedades comerciales de guisante de mesa ya registradas hace mucho tiempo y cosechan el grano muy temprano, para que tenga la forma deseada de lágrima”, ha añadido el investigador principal de este proyecto.

Sus responsables han destacado su calidad sensorial “es excelente”, por lo que Antonio de Ron ha llegado a calificarla como el “caviar vegetal”, al ser un grano de tamaño “muy pequeño e inmaduro” y que presenta una forma de lágrima.

Es una variedad de guisante de medio enrame “con buen vigor temprano y gran rusticidad” y, según De Ron, inicia la floración a los 130 días tras la siembra de otoño-invierno, mientras que la vaina inmadura para recolección aparece en un promedio de 150 días.

A partir de su registro, la Misión Biológica de Galicia inició un proceso de búsqueda de acuerdos con empresas para firmar contratos de licencia de explotación que permitan a terceras partes explotar comercialmente la variedad protegida para que llegue al mercado.

El objetivo principal es que las variedades mejoradas fruto de años de investigación salgan de los centros de investigación y lleguen al mercado “para que toda la sociedad se pueda beneficiar de ellas” y al mismo tiempo se contribuya al mantenimiento de la biodiversidad.

El CSIC ya ha firmado este contrato de explotación con El Calabacín Rojo, una empresa de agricultura ecológica de Cerdedo-Cotobade (Pontevedra); y con el restaurante Culler de Pau, que regenta Javier Olleros en O Grove (Pontevedra) y que tiene dos Estrellas Michelin.