El consumo de hortalizas en España anota su segundo peor dato en 10 años

AgroFresh FRESCOS

De todas las hortalizas analizadas por el Departamento en el Panel de Alimentación 2023, los tomates registran un doble récord, tanto a nivel positivo como negativo

En total, los españoles han dejado de comer 2,6 kg de este producto, pasando de los 14,1 kg/per cápita en 2015 a los 11,5 kg/per cápita hasta marzo de 2024. / VF

Efeagro.

A diferencia de las frutas, las hortalizas frescas han conseguido amortiguar la caída de su consumo gracias a una leve subida respecto al año pasado; aún así, los datos del último año móvil hasta marzo de 2024 suponen el segundo peor registro en la última década.

En total, los españoles han consumido hasta marzo de este año 49,7 kilogramos/per cápita de hortalizas frescas, una cifra que está lejos de los 60,6 kg/per cápita de 2015 y que acentúa el descenso en la ingesta de los productos frescos.

La cifra de consumo de 2023 supone el peor dato de la década sólo por detrás de 2023, cuando los españoles hicieron una ingesta de 49,2 kg/ per cápita, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Con este aumento de apenas 0,5 kg por persona y a pesar de haber caído más de 10 kg en la última década, las hortalizas han conseguido, por ahora, amortiguar la caída y remontar su consumo en los últimos meses, un hecho que no ocurre en el caso de las fruta fresca.

La ingesta de estos productos se encuentra, desde hace una década, en caída libre, con una disminución de un 24,8 % desde 2013, según los últimos datos del Ministerio.

El tomate, la hortaliza que más cae

De todas las hortalizas analizadas por el Departamento en el Panel de Alimentación 2023, los tomates registran un doble récord, tanto a nivel positivo como negativo.

Por un lado, es la hortaliza preferida dentro de la categoría de hortalizas frescas, con un total de 11,5 kg/ per cápita: por otro, se posicionan como aquellos han registrado un descenso más abultado en su ingesta.

En total, los españoles han dejado de comer 2,6 kg de este producto, pasando de los 14,1 kg/per cápita en 2015 a los 11,5 kg/per cápita hasta marzo de 2024.

En cuanto el resto de hortalizas frescas analizadas por el Ministerio, los datos revelan que, hasta marzo de este año, se ha producido una bajada generalizada en todas las categorías.

Aquellas que registran un menor descenso son las cebollas, que pasan de los 6 kg/per cápita durante este año a los 7,5 kg/per cápita en 2015 y las coles que, a su vez, se posicionan como las menos consumidas junto con las judías verdes.

Los precios

Y si el consumo ha caído en estos últimos diez años, el precio de estos productos ha realizado el camino inverso, registrando un incremento de su coste en los lineales de los supermercados.

Según los últimos datos del Ministerio, las hortalizas frescas (en este caso también incluidas las patatas) han visto aumentar su precio medio un 7,9 % hasta marzo de 2024, respecto al mismo periodo del año anterior.

Al detalle, el precio medio de las hortalizas frescas se ha situado en 2,05 euros/kg en el último año móvil, mientras que el año pasado fue de 1,90 euros/kg.

A cierre de 2023, el gasto per cápita se ha incrementado en un 7,5 %, cerrando en 114,89 euros por persona y año, según los datos del Informe del Consumo de Alimentación en España 2023.

Reforzar las campañas de promoción

En este contexto generalizado de bajada de consumo de productos frescos, tanto de frutas como de hortalizas, los productores apuestan por fomentar las campañas de promoción e información sobre los beneficios de estos alimentos.

Por ejemplo, la federación de productores y exportadores Fepex ha considerado como que “sería positivo” reforzar las campañas de información al consumidor ya que, de esta forma, “se revertiría la tendencia de retroceso de la demanda”.

También comparte esta opinión el responsable del sector de las frutas y hortalizas de la organización agraria COAG, Andrés Góngora, quien ha mostrado la “preocupación” del sector por la caída del consumo de frescos debido, ha deslizado, por la subida de su precio.

“Es necesario un incentivo para el consumo de este tipo de productos, sobre todo en las edades más inferiores, que es donde se crean los hábitos de consumo”, ha concluido.